No, no quiero que me toque las tetas…

Bebé durmiendo, parece que tenéis un momento de intimidad, después de unos días, quizá semanas o meses… y cuando tu pareja acerca las manos a tu pecho para acariciarlo cómo hacía antes… meeeeec, toda la excitación que estabas sintiendo desaparece de golpe.

¿Qué ha pasado? ¿Cómo puede ser que algo que antes te encantaba ahora te provoque rechazo?

Muchas mujeres que amamantan dejan de ver sus pechos como un elemento erótico o sexual, las tetas pasan a ser el alimento del bebé, y por lo tanto, son propiedad privada del peque. A muchas nos puede resultar desagradable que nos toquen los pechos cuando mantenemos relaciones sexuales o en una situación erótica. Puede que aquello que nos gustaba antes de ser madres, ahora nos resulte desagradable o que ese tocar el pecho rompa el momento íntimo con la pareja y te conecte directamente con tu bebé.

Y, ¿qué podemos hacer?

  • Comunicarnos con nuestra pareja, explicarle cómo nos sentimos y que sensaciones despiertan ahora sus caricias en esta zona del cuerpo.
  • Guiarle y explicarle lo que sí te gusta y lo que te apetece hacer a nivel sexual.
  • Ampliar i descubrir nuestro mapa erógeno, muchas veces limitando a los pechos y genitales. Tenemos todo un cuerpo que puede ofrecernos sensaciones increíbles, ¡solo hay que descubrirlo y que mejor momento que ahora!

¿Qué zona de tu cuerpo tuviste o tienes prohibida y cuál ha aumentado su erotismo desde que empezó vuestra aventura como familia? (quizá entre todas podemos darnos ideas).

Mariona Busto
Psicóloga, especializada en Psicología Perinatal,
Sexología Clínica y Terapia de Pareja

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